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Éxito o felicidad ¿Qué conduce a qué?

Diego Zampini

Diego Zampini

Publicista ~ Fotógrafo ~ Emprendedor

Somos cerca de 8 mil millones de seres humanos sobre el planeta y sin embargo sería muy difícil encontrar dos vivencias o interpretaciones exactamente idénticas sobre el tema del éxito y la felicidad; somos distintos debido no solo a procesos genéticos evolutivos; sino también en relación con cada una de las percepciones, experiencias y proyecciones mentales de nuestros cerebros diferenciados morfológica y fisiológicamente por procesos evolutivos de desarrollo humano. Pero tan indiscutible como nuestra amplia diferenciación se erige el hecho de la similaridad en el proceso humano de las conceptualizaciones; al final lo cierto es que viviendo en el mismo planeta y teniendo afinidad general como “Homo Sapiens”, el resultante de nuestro pensamiento y por ende de nuestras acciones, resulta ser ampliamente diferente. 

¿Es esta particular diferencia un resultante sólo evolutivo o también como piensan los más espirituales, es más bien una razón obvia de la intervención divina?; la verdad pienso que cualquiera sea nuestra postura existencial, lo realmente cierto es que no existe en la historia de la humanidad ningún ejemplo de “éxito” o “felicidad” que no esté relacionado con los demás. Los otros entonces agrega contenido a nuestra existencia, y le confieren una especial connotación al éxito en nuestras vidas, no porque caminan al lado de nosotros; sino más bien porque le aportan valor sumando un profundo sentido.

Si revisamos la historia encontramos ejemplos como el de Halley que animó a Newton a actuar en su sueño y agregó incalculable importancia a su vida. El científico, empezó a recoger casi de inmediato las recompensas de la prominencia y su motivador poco o casi ningún crédito; ahora bien, también sabemos que para Halley fue una gran satisfacción en saber que había inspirado ideas revolucionarias en el avance del pensamiento científico.

Algunos lustros de existencia me han permitido ver y compartir con algunas personas catalogadas como exitosas por nuestra sociedad; créanme que en la mayoría de los casos he encontrado un común denominador que como sello de garantía nos ha hablado del éxito en sus vidas; y me refiero a sus propósitos claros y bien dirigidos, al deseo de crecer en conjunto y con los otros elevando y ayudando a desarrollar sus potenciales personales y de otro lado a una actitud permanente de sembrador que cree profundamente en el proceso de transformación de los demás.  

Todo este recorrido pareciera indicarnos con visos de claridad que el éxito ni la felicidad son un destino o un lugar de llegada; y que por el contrario ambos hemos de dibujarlos y al escudriñar encontrarlos en el viaje que decidamos emprender cada uno en nuestras vidas. Si concebimos el éxito y la felicidad como parte del viaje entonces no añoraremos llegar a ningún destino final; sino más bien en el aquí y ahora de nuestra existencia, descubriremos espacios, momentos, personas y circunstancias que nos permitirán vivenciar más que entender; esos dos vocablos que a través de la historia parecieran mofarse del ser humano, al saberse tan cerca y ser buscados en profundos y oscuros acantilados. 

Todos queremos ser exitosos y/o felices?; ¡Definitivamente Si!

¿Será un asunto típicamente condicionado por los sistemas de desarrollo o la cultura?

Tal vez; sin embargo, lo que emerge con razones valederas es la dimensión temporal y social de estas dos palabras que en cualquier idioma se definen con facilidad; pero en el lenguaje existencial pareciera confundir hasta al más sabio de los humanos. 

Emprende para ser feliz. 

Artículo Publicado por nuestro querido Oscar Murillo 
en su perfil Personal de Linkedin. Saludos Óscar !  

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