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Comunicación Política Gubernamental y libertad de expresión, en tiempos de Pandemia.

Eugenia Novero

Eugenia Novero

Lic. en Comunicación Institucional. Asesora en Comunicación Política. Diplomada en Políticas Públicas y Desarrollo Social.

Paul Watzlawick es uno de los principales autores de la “Teoría de la Comunicación Humana”. Basado en la interacción social, propuso un modelo que contiene cinco axiomas. (Los axiomas son verdades incuestionables universalmente válidas y evidentes.)
El más importante es LA IMPOSIBILIDAD DE NO COMUNICAR. Y esto, ¿Qué significa? El simple hecho de que no comunicar implica una acción: el VACÍO COMUNICATIVO. Ésto aplica a toda interacción humana, por ende a la GUBERNAMENTAL. En la práctica, este vacío comunicativo genera múltiples resultados ya que toda conducta humana es mensaje. El primero, es la falta de control sobre lo que queremos comunicar. Si falta información, surge la propagación de rumores y en el mismo momento que aparecieron, se perdió el control sobre el mensaje. En tiempos de incertidumbre nunca antes vividos (cómo la pandemia mundial COVID-19), es cuándo más canales de comunicación debemos abrir y multiplicar estratégicamente emisores con un mensaje único y con la posibilidad de INTERACCIONAR, de EVACUAR DUDAS, de establecer realmente una comunicación bidireccional con los ciudadanos.
Las personas necesitan informarse y, probado está, que si no la reciben desde el emisor adecuado, la reciben desde redes sociales, vecinos, supermercado, etc, etc. Es decir, en cualquier ámbito que resuelva esa necesidad de información. ¿Cuál es la razón? Sencillamente porque los receptores necesitan un mensaje claro, directo, sencillo y con una periodicidad adecuada a los acontecimientos. La comunicación es un proceso social permanente y una necesidad básica. Si así no fuese, viviríamos aislados.
Y LA POBLACIÓN SE PREGUNTA. ¿EL GOBIERNO SÓLO HABLA EN TIEMPOS DE CAMPAÑA?
El director de Nuevo Enfoque Urbano me ofreció analizar una publicación realizada en su página de Facebook desde la perspectiva profesional y personal. En ella, se reproduce un audio que salió al aire desde FM 88.5, “La Mañana popular”, conducido por Luis Massara.
Dicha publicación desató una catarata de comentarios. La mayoría, los más atinados a mi entender, fueron en apoyo a la primer víctima del COVID -19 en Monte Cristo, según versiones oficiales, y a su familia.
Llamativo son los comentarios de familiares de funcionarios en ejercicio, quienes expresaron lo que consideran “su verdad” a los cuatro vientos: que el relato del hermano de la víctima contiene tintes políticos por el medio de comunicación utilizado, que era un claro ataque al Municipio y a la gestión, etc. (Hasta el exabrupto del hermano del Secretario de Gobierno, quien informó a la sociedad que el Municipio cortó pautas publicitarias a medios de comunicación, aún con una partida presupuestaria ya asignada con anterioridad lo cual, en mi humilde opinión, es en exceso antidemocrático). Sumamente desatinado sobre todo si tenemos en cuenta la afectada por la enfermedad: una persona que fue señalada, agraviada y expuesta.
Aquí es en donde expreso un pequeño análisis sobre la cuestión.

  • En primer lugar, respondo a la pregunta sobre la comunicación de campaña: definitivamente no se debe hablar solo en campaña y luego silenciar la institución mayor que representa a la ciudadanía. La comunicación debería ser lo que se denomina “campaña
    permanente”, a fin de que los ciudadanos sepan el rumbo, horizonte que la gestión va a tomar, según sus propias promesas de campaña. Eso incluye “comunicación de crisis”, que debería haberse activado desde el momento cero en que se propagó la pandemia en el país.
  • Si hay o hubo inconvenientes entre el gobierno y el representante de un medio radial graves y comprobables. ¿Por qué no se resolvió en la justicia?, ¿Por qué no se procedió de la manera adecuada, en vez de cortarle la pauta publicitaria o, en otras palabras, su libertad de expresión?. El “ojo por ojo, diente por diente” no es digno de los tiempos que corren, en una situación de crisis inédita; menos aún un accionar profesional.
  • El dato proporcionado públicamente por un familiar del Secretario de Gobierno de gestión me llevó a consultar en la página web del Municipio la ejecución presupuestaria de Marzo de 2020. Allí se puede corroborar que de lo presupuestado para publicidad y propaganda ($1.350.000) solo se ha gastado hasta el momento alrededor del 2% anual. Para estar transitando una Pandemia Mundial, con el desconocimiento, incertidumbre, y más más cuestiones que hacen a la información necesaria que prevenga y tranquilice a la sociedad. Para ser ese dinero proveniente de los impuestos, con la demostración de la necesidad de información, múltiples voces, pluralidad de opiniones que demandan los ciudadanos no solo de la ciudad sino de otros sitios de la Provincia, es claramente una descalificación a una necesidad básica y democrática: el derecho a la información.
  • Es tiempo de pensar y cuidar al otro. No debe ser fácil gobernar en esta Pandemia Histórica, nadie tiene la receta. Lo que sí debería ser fácil es “EMPATIZAR”. Empatizar con el miedo, incertidumbre y ansiedad que la situación produce sin entran en paranoias innecesarias. Empatizar con las víctimas del virus, sus familias, la necesidad de contención y cuidado no solo a nivel de salud sino social. Y para dar en la tecla considero que, una buena gestión en comunicación de gobierno es vital.
  • Y como conclusión final y prueba de todo lo anterior: en lugar de comunicar a tiempo, desde la FM Municipal se intentó “salvar” o “contrarrestar” la información, prácticamente cinco días después de que la fotografía de una profesional de la salud circulara por todas las redes sociales, con todo lo que ello implica. Tarde. Muy tarde.

Nota Publicada en el periódico Nuevo Enfoque Urbano – Edición de Abril 2020

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